viernes, 30 de septiembre de 2011

Capítulo 8

Tengo que haber hecho algo gordo en contra de alguien, porque seguro que me han echado el mal de ojo. No se puede tener tan mala suerte. Mira que es grande el mundo, mira que hay días... Pues no, la única vez que hago algo prohibido me encuentro a Doña Alejandra.
Como si no fuera bastante malo que me pillaran fuera del orfanato a estas horas de la noche, además estaba en compañía de dos chicos, se nos iba a caer el pelo. Me quedé completamente muda, sin poder responder. Xin Yi parecía estar igual que yo, así que Christian se decidió a hablar por nosotras:
-Buenas noches, señora -le estrecha la mano con mucha calma.
-Huy, encantada, chico. No te había visto. ¿Eres amigo suyo?- nos señala a Xin Yi y a mí.
Entonces, al ver la pregunta de Alejandra y los nerviosas que estábamos parece darse cuenta de que sabe que nos hemos ido del orfanato.
-Este... no exactamente, aunque me gustaría llegar a serlo. -empieza a hablar con tono italiano, aunque lo hace bastante mal-Soy uno de los gerentes del circo, me llamo... Baptiso Pompozzi y el es mi hermano... Adriano. Hemos traído a estas chi...
-Ay, yo no quiero ser antipática, hijo, pero no cuela. Eres muy joven para tener un cargo tan alto y además tu acento italiano es “molto pessimo”. -sonríe y nos mira a nosotras- Si queréis que os diga la verdad, yo también hice esto cuatro veces con vuestra edad, pero yo no iba al circo, vosotras sois más inocentes.
-Doña Alejandra... -he conseguido hablar- por favor no le diga nada de esto a las monjas -le suplico.
-Ah, ¿por eso estabais tan nerviosos? Que poco confiáis en mí, deberíais saber que a mi este tipo de travesuras me encantan, si hacéis más contádmelo. -me pellizca la mejilla cariñosamente y le estrecha la mano a Christian, que parece haberle caído bien- Bueno, yo ya me voy, bue...
En ese momento empieza a sonar el típico tono de “Movistar” dentro de su bolso. Saca el móvil y pulsa el botón de descolgar.
-Sí, soy yo... Sí, estoy en el pueblo... Claro, tranquilícese, las encontraremos. Cuelga a toda velocidad y nos mira con ojos de estar a punto de darle un ataque.
-Creo que os han pillado... -dice Axel.
-Sí -confirma Alejandra -Lo mejor va a ser que vayáis al centro del pueblo y hagáis ver como que os habíais escapado para ir a la heladería...
Pero en ese momento ya es demasiado tarde. Acaban de llegar dos monjas a las que desde donde estamos no se les ven las caras, montadas en un coche de policía, se diría que una de ellas es Remedios, porque viene gritando todo tipo de blasfemias, mientras la otra le dice que se calme, que deje de decir esas cosas. Ya nos han visto.
Poco tardan en llegar hasta donde estamos los cinco. Aunque los chicos y Alejandra se esfuerzan en taparnos no podemos evitar que las monjas nos cojan por los brazos y empiecen a chillarnos que nos van a castigar, que nos iban a mandar internas y cosas así. Xin Yi empezó a llorar y yo me contuve por honor, no porque no tuviese ganas. De pronto, noto que me duele mucho una mejilla y veo a Christian cogiendo a Sor Remedios por el cuello del hábito. Se ve que la monja me ha pegado y Christian ha salido a defenderme, aunque no lo tengo claro, todo ha sido muy rápido.
-Mira, tú, vieja... vuelve a ponerle una mano encima a mi amiga y me encargo yo mismo de que ese Dios tuyo no puede hacer nada por salvarte de la que se te vendría encima...
-¡Tranquilo, Christian! - Axel intenta pararlo, pero no hay manera, parece que se va a comer a la monja.
La otra monja, que ha resultado ser Sor Elena, y Alejandra intentan también separar a Remedios y al chico, pero no hay manera. Al final, un policía se acaba bajando del coche, con una porra en la mano.
Al principio le dice que pare, pero el le ignora, sigue agarrando a la monja. Creo que ya no está en plan agresivo, parece que intenta asustar a las monjas para que no nos castiguen demasiado duro. Viendo que no suelta Sor Remedios, el policía le da con la porra en la cabeza y cae desplomado. Intento acercarme a ver cómo está, pero las monjas no me lo permiten. Nos llevan a Xin Yi y a mi al coche, después, en otro se llevarían a Axel y a Christian.
Todo aquello por una travesura de nada... Como dice la canción: nos hizo quemaduras aquella libertad.
Y menudas quemaduras.

--------------Nota de la autora-------------
Hola, gente ¿qué tal la semana? Espero haberle dado algo de emoción con este capítulo, que ha sido un poco corto, pero muy intenso.
La canción del capítulo es "Las chicas de mi barrio", de Amaral. Puede que si la escucháis os parezca un rollo el principio, porque se pasa casi un minuto con solo música de esta lentorra, pero la canción en sí es muy bonita, dadle una oportunidad.
Nada más, que paséis un buen fin de semana, y gracias por leer el blog :D

No hay comentarios:

Publicar un comentario