miércoles, 14 de septiembre de 2011

Capítulo 3


A parte de toda la movida junto al río, el día continuó con mucha normalidad. Compramos la carne y volvimos al orfanato a toda velocidad, para que las monjas no se preocupasen mucho por nosotras. Después, nos dimos un baño en la piscina y fuimos a comer, que es lo que estamos haciendo ahora mismo.
-Que bien que tengamos una patrona tan amable... imagínate que calor sin la piscina. -comenta Xin Yi por enésima vez.
-Ya ves... -contesto yo vagamente. Tengo mucha hambre después de haberme movido tanto ese día, y estoy muy concentrada en mi filete.
En fin, supongo que las anteriores palabras de mi amiga merecen una explicación.

Hace muchos años (en realidad, unos veinticinco), hubo en este mismo orfanato una chica morena, bajita... una persona muy normal. Esa chica era (y es) muy inteligente, y cuando salió del orfanato, a los 18 años, hizo una carrera de economía y otra también muy pesada que ahora no recuerdo. Nada más acabar sus estudios, se lanzó de cabeza al mundo empresarial y montó una empresa de ordenadores y esas cosas. Alcanzó mucha fama por la buena calidad de sus productos y se hizo millonaria. Como no había olvidado su pasado, empezó a donar generosas cantidades de dinero al orfanato Santo Cristo de la Victoria. Y todavía nos seguimos aprovechando.

-La verdad es que yo también le agradezco mucho lo que hace por nosotras -le digo a Xin Yi cuando acabo mi plato. - ¿Vienes a por un poco de...
Pero no me dejan acabar. De pronto, Sor Remedios, una monja que se pone histérica con mucha facilidad, empieza a dar voces a todo trapo.
-¡¡¡Niñas!!! ¡¡Haced el favor de callaros, que doña Alejandra está aquí!! Hay, por Dios... que mala imagen se va a llevar de nosotros...
Xin Yi y yo nos reímos, porque en realidad la única que sigue hablando es ella y la situación es bastante cómica. Pocos segundos después, entra al comedor doña Alejandra, que es la señora de la que he hablado antes.
-Vamos, tranquilícese, Sor Remedios... que ya están calladas. Además, hay confianza, ¿verdad, chicas?
-¡SÍÍÍÍÍÍÍÍ! -contestamos todas al unísono. La patrona nos cae muy bien a todas y no dudamos en demostrarlo.
-Así, me gusta -dice sonriente. De pronto, coge una silla y se monta encima-. He estado hablando con vuestras cuidadoras y hemos decidido organizar un concurso. Como ya sabéis, la semana que viene empieza la feria y normalmente las monjas no os dejan salir porque el presupuesto no da para 400 chicas con ganas de divertirse. Además, sería peligroso. Entonces, hemos decidido que haremos unas pruebas entre las chicas de 16 y 17 años. Todas las que queráis os presentaréis a unas pruebas y de los resultados de estas sacaremos a 6 chicas que podrán salir 2 días a las fiestas del pueblo. Además, esas jóvenes recibirán 10€ por cabeza. Bueno, no se hable más. Las pruebas se harán entre mañana y pasado. ¡Suerte a todas!
Dicho esto, baja de un salto de la silla, la limpia con una servilleta, la coloca y se va. Toma su relevo Sor Felisa, una monja joven muy marchosa, aunque esta no se sube en ningún sitio.
-Muy bien, chicas. Ya habéis oído a la patrona. Mañana a las 11 de la mañana empezará la primera prueba, que será de defensa personal. La haremos junto a la piscina. Para que nos organicemos un poco, tendréis que avisar de que os vais a apuntar antes de las 7 de la tarde de hoy. Nada más, seguid comiendo. ¡Y que aproveche!
Cuando acaba de hablar Sor Felisa, el caos se desata en todo el comedor. Todo el mundo comenta con sus amigas lo que va a hacer, y las pequeñas se quejan de no poder participar. Supongo que Xin Yi y yo participaremos, aunque decido preguntarle:
-Oye, Xin, nosotras participaremos, ¿no?
-¡Claro que sí! Es una oportunidad de oro, nos lo vamos a pasar en grande...
-Oye, no te confíes que vamos a tener mucha competencia -le digo sonriente, viendo lo emocionada que está.
Esa tarde la dedicamos entera a repasar lo que se debe hacer en caso de que alguien intente robarnos o secuestrarnos, y también repasamos matemáticas. Esto último, lo hacemos porque probablemente las monjas nos harán un pequeño examen para comprobar que no van a timarnos. Por la noche, después de cenar y asegurarnos de que nos hemos apuntado, nos dormimos rápidamente.
.................................... A LA MAÑANA SIGUIENTE...............................................................
Nos levantamos a las nueve, las dos sincronizadas de puro nervio. Vemos que las otras cuatro sigue dormidas y Xin Yi me susurra:
-Eh, vamos a dejaras encerradas y así nos quitamos competencia
-¡Oye..!
-Tranquila, que era broma.
-No, si te iba a decir que era una buena idea.
Salimos riendo de la habitación, aunque al final no las encerramos. Desayunamos y un cuarto de hora antes de que empiecen las pruebas, estamos ya junto a la piscina practicando el típico movimiento de la patada en los genitales. A las once, todas las chicas está ya allí y comienza la prueba.
A las once y media hemos terminado ya, y Sor Mercedes empieza a decir las que van a pasar a la siguiente “fase”.
-Bueno, vamos a anunciar los resultados. De las 73 chicas que os habéis presentado, solo seleccionaremos a las 20 que creemos que podrían sobrevivir sin problemas:
      1. Marta Castaño
      2. Tania Castillo
      3. María Pilar Lorca
      4. Lidia Martín
      5. Rosa María Fernández
Han dicho ya a 16 de las 20 chicas y Xin Yi y yo todavía no hemos sido mencionadas. Estamos muy nerviosas. Por fin, uno de nuestros nombres suena.
      1. Xin Yi Yie
Las dos saltamos de alegría, aunque seguimos en guardia por si mi nombre suena.
      1. Rocío Alfaro
      2. Carmen Ropero
      3.  Y al fin, la última chica... Katia Hernández
-¡¡¡Toma!!! -Xin Yi y yo nos ponemos a saltar- ¡¡¡Somos las mejores!!

Después de comer, como ya habíamos previsto, nos hacen una pequeña prueba de matemáticas no muy difícil. Unos cuantos problemas de lógica, unas cuantas divisiones, multiplicaciones, sumas y retas. Nos sale bastante bien a las dos y después estamos entre las 14 que pasarán a la siguiente fase.
-La verdad, yo veo esto una chorrada -comento yo-. Poder ir a la feria tendría que ser un premio para las más trabajadoras.
-Claro, así fijo que lo pillaríamos nosotras. Llevamos toda la vida haciéndoles recados a las monjas.
Pero de todas formas, al día siguiente la última prueba también nos sale muy bien. Trata de hacer favores a la gente del pueblo. Incluso ganamos unas monedillas. Xin Yi y yo salimos entre las elegidas para ir a la feria. Todo el mundo nos critica a las 6 que hemos ganado y nos dicen tramposas
-Eh, Katia... -me dice Xin Yi- ¿Te das cuenta de que nos están poniendo verdes todas?
-Lo sé, -contesto sonriente.- pero, como dice la canción: Ahora “compis” me critican a la espalda. No más drama, lo sé, es el precio de la fama. -Las dos nos echamos a reír.

No hay comentarios:

Publicar un comentario