viernes, 28 de octubre de 2011

Mi primer premio! Toma ya! Olé! xD

Hola! Aquí tenemos el primer premio de este blog (ilusión, ilusión!) que nos da María, de http://www.mividaenmanhattan.blogspot.com/ .Os lo recomiendo de verdad, engancha y es muy entretenido.
Bueno, las normas dicen que hay que poner quién te ha dado el premio y además dárselo a 5 blogs más. Ahí los lleváis:
1º) Sherezade, de los límites de la realidad: http://www.escarlata-carmesi.blogspot.com/
2º) The Sharel Course: http://www.thesharelcourse.blogspot.com/
3º)Magie, de Relatos cortos: http://www.relatoscortos2.blogspot.com/
4º)Diana, Los reflejos: http://www.los-reflejos.blogspot.com/
5º) Alyson Meyer, Nunca le abras la puerta al demonio: http://www.nuncaleabraslapuertaaldemonio.blogspot.com/
Eso es todo, se lo habrñia dado a más gente, pero solo son 5 personas. Los siento.
Muchas gracias a todos por seguir el blog y a María por darme el premio ^^

Capítulo 16

Llegamos al cuarto y me echo en la cama, espero que sea verdad que sufrir cansa. La verdad, me siento bastante pesada. Supongo que el sueño no tardará en llegar. Empiezo a contar ovejas, si no consigo dormirme me va a dar un ataque de nervios. Ahora estoy en esa fase en la que el dolor se transforma en odio...
Voy por el pasillo de un lugar que parece ser un bloque de pisos, de fondo me parece oír el típico ruido de las grandes ciudades: pitidos de coches, gente gritando... y el sonido inconfundible de un burro rebuznando.
“Claro, esto es un sueño, por eso no tiene sentido” supongo que me voy a despertar al haberme dado cuenta de que estoy soñando, pero no ocurre nada. Decido buscar el burro, a ver que le pasa al animal para estar tan desesperado.
Abro todas las puertas que me voy encontrando con esa facilidad para hacer las cosas que solo existe en los sueños, pero no encuentro nada que pueda rebuznar así. De pronto llego al final del pasillo, aunque se que la última vez que miré en esa dirección no tenía una puerta a diez centímetros de mi nariz.
“Ábreme, que me oxido. A ver si alguien me hace caso de una vez...” pone en la puerta. Me río y decido abrirla. “Pobrecita” pienso.
Al abrir la puerta aparezco en una habitación pequeña, con ventanas a ambos lados. Parece una caravana. Al fondo hay un hombre sentado. No se ha dado cuenta de que me he teletransportado a su casa.
Voy a acercarme a él, pero me doy cuenta de que no puedo moverme, estoy sentada con unas correas que me retienen. Estoy en un cuerpo de bebé, este sueño es cada vez más raro.
De pronto, mi cuerpo se pone a llorar. El hombre pone cara de estar harto de vivir y se acerca a mí.
“Tranquila, Katia, cariño, ya pasó...”
-¡Leches, Katia, levanta! ¡Que te pierdes la comida! -abro los ojos y veo a Xin Yi sacudiéndome como si no hubiera mañana.
-¿Qué? ¿Quién? ¿Cuándo? ¡Yo no he sido!
-Hey, hey, relájate...
-Ah, buenos días, Xin...
-¿Buenos días? ¿Buenos días? ¡Que son las tres de la tarde!
-¿¡Las tres!? -me levanto de un salto- ¿Han notado algo las monjas?
-No, tranquila... pero has dormido mucho y como no bajes ya y van que no has comido si van a sospechar.
Bajamos juntas a comer, hay potaje de lentejas de este que cualquier niño (y los no tan niños) odia. Nos sentamos a la mesa con cara de horror las dos. Xin Yi me mira con pinta de pensar que me voy a derretir en cualquier momento. La verdad es que no me siento muy mal, me desahogué anoche. Hoy estoy en la fase en la que me echo a mi misma las culpas por ser una ilusa. Me da cosa tener preocupada a Xin Yi, así que para relajar el ambiente decido contarle mi sueño.
-¿Un hombre en una caravana? ¿Un burro? Anoche estabas sensible porque te drogaste antes de acostarte -se mofa de mí.
-Ja, ja, ja -me río irónicamente-. Fuera de tonterías, es un sueño muy raro...
-¿Sueños extraños? Me encanta investigar esas cosas -de pronto, veo a Raquel (la chica de la biblioteca) sentarse a mi lado dos platos en las manos, un vaso y una naranja. Ni me explico como lo hace para no tirar nada.
-Anda, tú otra vez -la saluda “agradablemente” Xin Yi. Yo me limito a sonreirle.
-Os estaba escuchando, y creo que tengo una teoría sobre el origen de tu sueño. Tu padre sigue vivo aunque no se sepa nada de él, ¿me equivoco?
-No, pero quiero que me digas cómo sabes todo eso.
-Todo el mundo habla de vosotras últimamente -pone los ojos en blanco- Bueno, el caso es que probablemente se fue por una pelea con tu madre. Tu estabas delante y ella le llamó burro, asno o cualquier otra cosa. Eso es el significado del burro. Y el hombre de la caravana es tu padre.
-Niña, que imaginación tienes... te crees muy lista, ¿no?
-Lo soy.
-Creída...
-Bueno, como dice la canción: no hay nada de malo en amarte así como eres...
Mientras ellas dos discutían sobre el egocentrismo de Raquel, yo le daba vueltas al significado de haber soñado con mi padre después de tantos años. Normalmente, la gente no tiene recuerdos de cuando era bebé...

-----------Nota de la autora----------
Buenas, gente. Aquí teneís el capítulo de este viernes, un poco más tarde de lo habitual, pero entre que lo he escrito, he buscado la canción, he tenido que ir a la peluquería, me han cortado el pelo, he vuelto...  casi me han dado las 7 p.m.
La nota de hoy va a ser corta, para poder poner prontito la entrada.
La canción de hoy es Bron this way, de Lady Gaga. No me gusta mucho, pero no encontraba ninguna canción para él capítulo y he acabado pronto.
Nada más, que paseis un  buen fin de semana, el lunes nos vemos :3

lunes, 24 de octubre de 2011

Capítulo 15

Año 1996, París, Francia
Hay dos hombres, una señora y dos chiquillos de a penas dos años en la sala de espera de un hospital. El más joven de los hombres no puede estarse quito, parece especialmente nervioso. La mujer, amiga del hombre nervioso, madre de los niños y esposa del otro hombre ha estado intentando tranquilizarle, pero se ha rendido.
-Mamá, tengo hambre... -se queja uno de los niños.
-Ya no tardaremos mucho en irnos, hijo. -le coge en brazos con la típica mirada amorosa de las madres a sus niños pequeños. Su hermano le mira con el gesto de resignación de una persona con uso de razón.
En ese momento, entra a la habitación una enfermera sonriente. Esa típica sonrisa agobiante de la gente que trabaja en lugares públicos y se hace la simpática, pero en realidad por dentro está pensando que eres un ser despreciable.
-Felicidades, señor Hernández, acaba usted de ser padre. -se dirige al hombre nervioso- Acompáñeme a la sala de maternidad.
-¿Ha venido sana? -hace ya un par de meses que sabía que sería una niña.
-Sí, además es muy bonita, ya verá.
Todos se levantan a felicitar al señor Hernández. Cada uno le abraza y le dedica unas palabras. Los niños le dan un dibujo que le habían hecho.
Cuando es el turno de la mujer, se acerca a él con apariencia tranquila, pero sus palabras provocan que la cara del hombre tenga un matiz de preocupación.
-Espero que esta vez no abandones a la criatura, Pedro -susurra.
Pedro la mira con cara de desprecio, herido por las palabras que acababa de pronunciar en su oído. Después sale de la habitación tras la enfermera en dirección a donde está la reciente madre. Cuando llegan otras dos mujeres que hay allí le piden silencio. Ha sido un parto complicado y la madre se ha quedado dormida. Le ponen a la niña en los brazos.
Tiene los ojos oscuros de su madre, pero hay algo en su mirada y en esa sonrisa
inocente de la niña que le trae malos recuerdos.
-Se ha resistido mucho a nacer, será una chica testaruda -sonríe una enfermera jovencita. Por cierto, su mujer antes de dormirse dijo que le diésemos a elegir entre dos nombres. Va a tener suerte, muchas madres ponen el nombre a sus hijos sin consultar con el padre.
-Sí, cuenta mucho conmigo -sonríe, mirando a la mujer que duerme placenteramente- Y ¿cuáles son las opciones? Nunca que me quiso decir que nombres había pensado, quería que fuera una sorpresa.
-Me parece que dijo Nadia y Jessica.
-No, no fue Nadia. -Interviene la otra enfermera, algo más vieja y con varios kilos de más- Dijo Katia.
El hombre abre mucho los ojos y gira la cara hacia otro lado. Hace como que piensa, pero lo tiene claro desde que le dijeron las opciones oficiales.
-La llamaremos Jessica.
El otro nombre le recordaba demasiado a algo que había perdido, y le resultaba demasiado duro. Porque nada es tan duro como perder dos de las cosas que más se quiere en el mundo por un desliz y de mala manera. Aunque ya lo tengas todo pensado, siempre es complicado de asumir. Como en este caso que fue peor el remedio que la enfermedad.

Como dice la canción: ¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste? Dejaste escapar algo que ahora es lo que te hace estar triste.

-----------Típica nota odiada de la autora (jeje)-------
Hola, bonjour, hello. Otra semana más empezada de buena manera gracias a mi historia (jiji). Yo no sé por otras partes de España/el mundo, pero aquí hace un frío que pela, no me separarán del brasero.
Supongo que entre mis comentarios sobre el tiempo y el capítulo raro este os habréis quedado "cuajados", así que os lo voy a explicar:
1) El tiempo: me gusta mucho hablar y aún más quejarme, pero el tema no tiene ninguna importancia.
2) Capítulo raro: es parte de la historia, y seguro que más de uno habréis ido atando cabos y ya sabéis quién es toda esta gente. Es importante ponerlo y uqe lo entendáis, si no le habéis hecho mucho caso por no tener sentido aparente, volved a leerlo, por favor.
Y ya solo me queda deciros que la canción es "Aprecia lo que tienes" de Porta. Nada más, que disfrutéis la semana e intentéis no pasar frío.

viernes, 21 de octubre de 2011

Capítulo 14


Poco después de la huida de Katia, junto al la depuradora de la piscina.
No sé por qué, pero siempre que tengo un mal momento acabo acercándome aquí. Supongo que será porque es un lugar tranquilo y me gusta estar cerca del agua. Otra cosa que no logro entender bien, pero me aporta paz. Ahora estoy sentada en el suelo, con la cabeza apoyada en las rodillas.
Esta vez no consigo relajarme, la verdad es que he salido muy dolida del encontronazo de los chicos. Aunque Christian en ningún momento había dicho que no tuviese pareja, tampoco había mencionado lo contrario y yo me había hecho falsas esperanzas. Oigo acercarse unos pasos, pero no me preocupo porque sea alguna de las monjas. En realidad en estos momentos está demasiado ocupada para pensar en otra cosa que no sea lo ocurrido cinco o diez minutos antes. La verdad, tampoco tengo claro cuánto tiempo ha pasado. Para mí, una eternidad.
-¿Katia? Ah, menos mal, estás ahí. Supongo que no debo preguntar si estás bien -es Axel, que se sienta a mi lado.
No le contesto, la verdad es que también estoy un poco enfadada con él por no haberme contado nada. Sé que en realidad es tontería enfadarse con él, porque no sabía nada de mis sentimientos hacia si hermano. Tampoco el habla, simplemente me pasa un brazo por los hombros y se queda callado. Este gesto me reconforta un poco, aunque también hace que pierda el poco control que me queda y me pongo a llorar.
-Haces bien, llora, desahógate.
Pasa el rato y al fin me tranquilizo un poco. Me había prometido no llorar nunca más cuando perdí a mi madre, pero esta vez había sido imposible contenerme. Al fin despego la cara de las rodillas, seguro que se me han quedado señaladas las costuras del pantalón.
-¿Estás ya mejor?
-Sí, siento que me hayas tenido que aguantar -me da mucha vergüenza que me hayan visto así.
Tranquila, si es normal...
-Bueno, veo que ya habéis acabado la escena sensible, menos mal -por detrás de la caseta asoma Christian -Yo de verdad no entiendo por qué te has puesto así, perdón si hemos dicho algo ofensivo...
-Pero bueno, ¿tú qué clase de insensible eres? -Veo a Xin Yi aparecer.- Piérdete y no vuelvas a pisar este sitio en una buena buena temporada.
-Oye, tú, china histérica, a ver si nos tranquilizamos un poco. Contadme que narices pasa.
Entonces, Axel parece perder la paciencia. Se levanta, con cara de ir a asesinarle, y se pone frente a su hermano. Se acerca a él, le coge de un brazo y con una fuerza que no aparenta tener se lo lleva a rastras.
-¿No quieres tanto a Jessica? Vete con ella y deja al mundo en paz. -por más que Christian se resiste, no consigue soltarse.
Cuando ya se han alejado bastante, le suelta y vuelve hacia nosotras. Parece ser que Christian le tiene cierto terror a su hermano, porque se sigue alejando en vez de volver.
-Este tío no es más subnormal porque no es más grande. Me lo llevo antes de que haga más desastres.
-Sí, nosotras también nos vamos, que las monjas ya mismo se van a levantar y como nos pillen aquí...
-Pues ya está, si os parece vengo esta tarde y ya hablamos con más calma, que no me quedo tranquilo dejándoos así.
-No hombre si es igual.. demasiado has hecho ya -digo yo con una sonrisa endeblucha.
-No me convences, nos vemos esta tarde a las seis. -se acerca y me da un abrazo. -Ánimo. Estate pendiente de ella, Xin Yi... dicho esto, se va.
Miro a Xin Yi, a ver si se ha sentido ofendida por lo del abrazo, pero no le veo mala cara. Simplemente me agarra por el brazo y nos dirigimos juntas hacia el edificio.
Durante el trayecto, Xin Yi me dice que le olvide varias veces, pero estas cosas no se olvidan fácilmente. Se lo digo y ella parece comprenderme, repite lo que yo había pensado antes, que deberíamos haber mantenido el juramento que hicimos de niñas. Pero ya no hay vuelta atrás. Siempre se ha dicho que el primer amor es el que más te marca y parece ser que esto tiene razón. Me ha hecho daño, pero aún así soy incapaz de odiarle.
Como dice la canción: Soy una tonta santa, él es tan cruel... pero sigo enamorada de Judas.

--------------Nota de la autora------------
¡Hola, ya vamos por el capítulo 14, una fecha importante para el mundo! Al menos para mí, el 14 es un número muy simbólico, ya os habréis dado cuenta.
Bueno, me dejo de chorradas y voy al grano. El caso es que como ya sabéis el tuenti me funciona fatal y otra vez os voy a dejar sin aviso hasta el sábado.
Y lo último, el título de la canción. Más de uno la habrá reconocido, pero lo digo de todas formas. Es "Judas" de Lady Gaga. Por favor, los que seáis católicos radicales y penséis que esta canción es satáncia (cosa que no apoyo) no me cojáis odio. Nada más, que paséis un buen fin de semana :D

lunes, 17 de octubre de 2011

Jessica, el dibujo

capítulo 13 (el nombre del 2º capítulo 11 está mal)

------------------Advertencia de la autora------------------
Suponogo que más de uno os habréis dado cuenta, pero soy un poco torpe y me equivoqué al poner el título del último capítulo que publiqué. El caso es que hay dos capítulos 11, y quiero que sepáis que el segundo es el 12. Por eso, este capítulo es el 13. Nda más, os dejo con lo que venís buscando ;D
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                                  Capítulo 13
Aunque después de haber descubierto tantas cosas en un solo día debería de estar tranquila, no duermo bien en toda la noche. Cuando las monjas me vean con estas ojeras van a pensarse que me he vuelto a salir del orfanato. El caso es que ya le he cogido el gusto a salir a pasear al patio, y aquí me tenéis. Son las cuatro de la mañana y mientras Xin Yi duerme a pierna suelta (me tiene que explicar cómo lo consigue) yo estoy en las pilas de escombros, sentada, dándole vueltas a unos temas y a otros.
Lo que más me preocupa/duele/incomoda/perturba es que el circo lleva aquí casi una semana. No es algo malo si no se mira el futuro. Ningún circo se queda más de dos semanas es un mismo lugar, y menos en un pueblo que no pasa de cuatro mil habitantes. Nos hemos hecho amigas de los chicos para fastidiarlo todo bien pronto. Les veremos el sábado (si es que las monjas no nos pillan antes) y después todo se acabará.
Me levanto dispuesta a irme cuando me fijo en que el agujero de la valla no ha sido tapado. Parece ser que las monjas se creyeron que habíamos saltado la valla, como les dijimos. Probablemente, los chicos entrarán por ahí el sábado.
Estoy mirando el agujero con nostalgia cuando una voz a mi espalda, gritando mi nombre, me sobresalta. Me quedo paralizada, pero después me doy cuenta de que la voz es demasiado joven para ser de alguna de las monjas. La única excepción es Alicia, pero dudo que ella me hubiese gritado con tanto enfado. Como ya he dicho, le encantan nuestras aventuras.
-¡Vuelve a darme otro susto de estos y te estrangulo! -Xin Yi, cómo no- Cualquier día, cuando se levanten Carmen y las otras me encontrarán tirada en el suelo, con un ataque al corazón. Se lo dirán a las monjas y preguntarán que cuál ha sido la causa. Entonces se darán cuenta de que tú te has ido y me he asustado por eso.
-¿Podrás cargar con un cadáver en tu conciencia, Katia?
-Yo de verdad que lo siento, es que no podía dormir y... -un momento...- ¿quién ha dicho eso?
Xin Yi y yo buscamos con la vista, pero no encontramos a nadie. La voz me resulta familiar... acabo de reconocerla cuando Axel, su propietario, asoma por el agujero de la valla. Saluda con la mano.
-Qué bien que hayamos coincidido, estaba preocupado por lo que os habrían hecho las monjas. Ahora nos lo tenéis que contar, pero esperad a que llegue Christian, que estaba el dueño del huerto este regando y se han tenido que esconder.

--------PEQUEÑA INTRODUCCIÓN----------
Sí, lo he escrito bien. El hombre está regando a las cuatro y pico de la mañana. Os lo explico, para los que no tengáis mucha idea de como funciona el campo. Como por la zona de Fuente Vaqueros hay muchísimo campo, la gente tiene que repartirse los turnos para que les llegue el agua para regar y a veces te puede tocar muy temprano o muy tarde. Imaginaos que lata, tener que regar sin ver a tres palmos de tus narices.
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Me doy cuenta de que ha dicho “han” en lugar de “ha”, pero supongo que ha sido un error y me limito a preguntarle si van a ensayar con los monopatines. Contesta que sí, al parecer el director del circo les ha cambiado la actuación y les ha tocado hacer una cosa bastante enrevesada.
Cuando Axel acaba de hablar aparece Christian a través del agujero de la tapia, quejándose de que se le ha llenado de barro el monopatín. Cuando nos ve, abre mucho los ojos.
-¿Pero no habíamos quedado el domingo?
-Sí, pero se ve que estaban dando un paseo... -una voz corta a Axel, se ve que hoy es el día de las voces misteriosas.
-¡Dejaos de cháchara y ayudadme a pasar, que si me arrodillo me voy a manchar la falda!
Christian se apresura a agacharse para ayudar a la persona que se quejaba. Coge a la persona por los brazos y la ayuda a pasar en cuclillas. Cuando llega a nuestro lado, vemos a una chica un año o dos más joven que nosotras, rubia. Lleva una minifalda que no se habría manchado ni queriendo y una camiseta bastante descubierta.
-Lleva una bufanda alrededor de las piernas -se mofa Xin Yi de la corta falda de la chica, en voz baja para que solo la oiga yo.
¿Quiénes son esas dos? -el tono borde de la chica me fastidia bastante, y le contesto de mala manera.
-Perdona, la pregunta la hacemos nosotras, que estas es nuestra casa.
Tranquilas chicas... -interviene Axel- Ellas son Katia y Xin Yi, viven aquí. Y ella es Jessica, del circo.
¿Tú también das saltos con el monopatín? -le pregunta Xin Yi- Con esa falda se le va a ver todo... -añade después para sí misma.
-Pues no, bonita. Yo soy la novia de Christian, he venido a ver como entrenan.
Xin Yi me mira con cara de pánico, aunque solo me doy cuenta a medias. El mundo se me ha venido encima. “Soy la novia de Christian...”
-Yo... yo ya me voy... -consigo articular con mucho esfuerzo. Salgo corriendo.

------------------Xin Yi----------------------
Todo se quedo sepulcralmente silencioso, solo se escuchaba un grillo y el agua corriendo en el huerto de al lado. Yo también tendría que irme a ver lo que ha hecho Katia, parecía muy dolida.
Pero antes no puedo contenerme y le digo a Christian con todo mi resentimiento la única palabra que tengo en la mente:
-Capullo
Sin darle tiempo a contestar, me voy a buscar a Katia.
----------------------Katia---------------------
No me lo puedo creer. Tendría que haber seguido fiel a mis ideales, que eran muy correctos. Los hombres solo dan problemas. Parecía tan atento conmigo, tan simpático... pero claro, era raro que un chico tan guapo y en apariencia simpático no tuviese novia.
En este momento, lo único que siento es, como dice la canción; ganas de llorar, de llenar el vacío que tu dejaste. En mi interior queda dolor, odio y amor me enamoraste...

__________NOTA DE LA AUTORA_______
Hola! Aquí tenéis el capítulo 13 de "Como dice la canción". Es algo más largo, para compensar que llevo un tiempo sin escribir cosas muy largas.
La canción del capítulo es "Hay siempre un sentimiento muerto en un corazón roto". Un título demasiado largo, ¿verdad? Para más información, la canta Porta.
Nada más, os dejo debajo los dibujos de Jessica y Raquel. Vuelvo a pediros que no os quejéis de la mala calidad, porque los he tenido que volver a hacer yo.
Hasta luego ^^

Hay algún fallo técnico y no puedo subir el dibujo de Jessica. Lo intentaré después.




viernes, 14 de octubre de 2011

Una cosilla...

Perdón por no avisar en tuenti, pero es que ultimamente esa página me funciona muy mal y estoy hasta las narices de esperar a que cargue para que después diga que ha habido un error al cargar la página. Lo siento, pero mi paciencia es más bien corta y no da para esto. A ver si el sábado (mañana) me puedo conectar mejor con el Internet de la biblioteca. Lo siento!

Capítulo 11

Raquel se queda callada para dar ambiente misterioso, pero lo único que va a conseguir es que le tire del pelo. Estamos muy nerviosas las dos esperando que revele el significado de la nota. Nos mira, sonríe al ver lo agobiadas que estamos y al fin se decide a hablar.
-Es un código muy simple, no entiendo que no hayáis conseguido descifrarlo. -saca una libreta de su bolsillo- Mirad, vamos a ir poco a poco. ¿Conocéis los números romanos?
-Oye, niña, que tampoco somos tontas. -Xin Yi se está impacientando.
-Vale, vale, tranquila. -copia el contenido de la nota en la libreta, haciendo una reproducción bastante buena de la letra de Christian o Axel.- “III” y “XI” son números romanos.
Vuelve a echar mano a la libreta, y debajo de lo que ha copiado escribe el significado de los números. Después me mira a mí y hace otra pregunta:
-¿A qué letra se parece el número 3?
-Es parecido a una “E” mayúscula. -vuelve a escribir en su libreta.
Así seguimos un rato comparando las letras con los números y llegamos a la siguiente conclusión: 1=L o I, 3=E, 4=A, 8=S, 0=O., 9=Q
Al final desciframos la nota, quedando la libreta de la siguiente forma.
      31 III 3ST4D 49U1 4 148 XI. 38P3R4DN08.
El 3 estad aquí a las 11. Esperadnos
La verdad es que la nota era bastante clara, pero solo pensábamos en códigos extraños y no caíamos en que los chicos no se habían partido los cuernos para escribir aquello. Ese problema está resuelto, pero ahora hay otro que va a ser más complicado.
-Supongo que con “el tres” se referirán al día tres, que es este sábado, pero... ¿dónde es “aquí”?
-Puede que se refieran al sitio en el que estaban ellos cuando lo escribieron o al sitio en el que estábamos nosotras -opina Xin Yi.
-No creo, saben que no podéis salir y a ellos no les dejaron entrar. Eso echa por alto la primera opción. Y ellos supongo que no saben ni dónde estabais ni cuál es vuestra habitación. Con eso, he hundido las dos ideas de Xin Yi -la niña parece orgullosa de sus teorías.
Seguimos un rato dándole vueltas al lugar al que se referían, pero ni siquiera con ayuda de Raquel podemos deducir nada. Es todo tan complicado... tengo ganas de pegarle a Carmen, estamos metidas en todo esto por su culpa.
Nos vamos de la biblioteca a las diez porque Sor Cristina nos echa y volvemos a nuestro cuarto. Todavía no tenemos ni idea de el lugar en el que debemos reunirnos. Nos quedan muchos días por delante, aún estamos en la noche del miércoles. Aún así, estoy harta de tanto misterio, quiero relajarme un poco. Pienso en salir al patio a dar una vuelta, aunque si me pillan las monjas... Un segundo. Y sé dónde es “aquí”
-¡¡Xin Yi!! -oigo a mi compañera saltar en la litera de arriba, asustada por mi grito. Todas las demás me miran con cara de odio, se ve que las he despertado.
-Amargadas -les dice Xin Yi. Después, baja de su litera de un salto y se sienta a mi lado.- ¿Qué es lo que pasa?
-Ya sé dónde es “aquí” -susurro, para que no los oigan las otras- Es en los montones de cascajo, donde me los encontré por primera vez juntos.
-Pues entonces las llevamos claras, como nos vean las monjas en el patio a las once después del espectáculo que se montón el otro día nos van a matar.
-Sí, tienes razón... -en ese momento, me da un golpe de optimismo- Pero, como dice la canción: En un libro que no se llegó a escribir veo normas para usar la vida. Pero yo sé que ninguna seguiré. Viviré el momento.

-------Nota de la maravillosa autora-------
Hola, buenas tardes. Ya tenéis el nuevo capítulo que vuelve a ser más corto de lo que me gustaría. Es que no lo tenía hecho del fin de semana anterior, que es cuando normalmente escribo los dos capítulos. Quería colgarlo pronto y por eso no le he metido más carrete.
Este fin de semana si dejaré hechos los dos capítulos, pero es que el anterior no me suicidé porque no tuve tiempo.
Bueno, no me enrollo más. La canción es "No estamos solos" de Eros Ramazzotti y Ricky Martin. Os gustará.
Nada más, que paséis un buen fin de semana ;)

lunes, 10 de octubre de 2011

Capítulo 11

Año 1994, Sevilla, Andalucía.
Una pareja está sentada junto al río Gualdalquivir a su paso por Sevilla, el hombre debe rondar los treinta y cinco años, la mujer no pasará los veintidós. A su lado hay un carrito con una niña pequeña ricamente dormida. Una escena entrañable para cualquiera que no conozca a los hablantes y no sepa a dónde se va a dirigir su conversación.
La mujer tampoco sabe lo que va a ocurrir y está muy emocionada con que el hombre la haya llevado a un sitio tan romántico. Piensa que debería haber llevado la cámara de fotos, ya que el Sol del atardecer hace unos reflejos preciosos en el río.
-Preferiría que no hubieras traído a la niña, cariño -dice el hombre con tono serio.
-Oh, vamos, es un sitio muy bonito. Además, nosotros nos conocimos junto a un río una tarde como esta, parece un cuento romántico que ahora estemos en un lugar tan parecido junto a nuestra hija -la mujer tiene un tono soñador, no se da cuenta de lo serio que parece el hombre.
Se produce un silencio, en el que solo se escucha el correr del agua en el río. El hombre suspira y se prepara para volver a hablar. No es agradable lo que va a decirle a la mujer, pero sabe que debe hacerlo.
-Pues mira, Victoria... vamos a salir de Andalucía. Iremos a Madrid y después a Francia, ya sabes que esta compañía está teniendo mucho éxitos, estamos muy solicitados... -Victoria no le deja terminar:
-¡Francia, el país del amor! Oh, va a ser muy divertido, no pongas esa cara de circunstancias.
-Sí, puede que sea divertido, pero... -toma aire, preparándose para lo que va a decir- Viajamos mucho, no siempre vamos a lugares agradables... y no creo que sea un buen ambiente para la niña. Vuelve a Granada con tu madre, Victoria, hazlo por... -Victoria le vuelve a interrumpir.
-¡Estarás de coña! -ríe histéricamente- No serás capaz de dejarme sola con una niña de un año...
-Sería peor llevaros conmigo -sabe que no hay vuelta atrás, que lo está haciendo por el bien de su gente, pero le resulta muy duro.
La mujer le mira incrédula, le parece mentira que eso esté pasando. Después de tantos años juntos, de todo lo que habían vivido, de cómo había llegado a quererle... y ahora él le pagaba así.
-Eres un capullo rematado. No te das cuenta de que estás dejando a una criatura casi recién nacida sin padre, de que yo te he querido más que a nadie... ¡Te creerás que soy subnormal, pero sé perfectamente que te liabas con Carolina! Te perdoné todas las veces que hizo falta, y al final te vas con ella. Ni siquiera has tenido huevos de decirme la verdad. “Me voy a Francia...” -le imita- No quiero volver a verte, y espero que no te atrevas a acercarte a mi hija jamás. Púdrete.
Coge una cadena que lleva en el cuello con las iniciales del hombre y se la arranca de un tirón. Después coge a la niña en brazos y empuja el carrito al río. No quiere tener cerca nada que le haya regalado él. Se va corriendo y las últimas palabras que le dedica al hombre son “no vuelvas a acercarte a nosotras”.
No sabe que ese reencuentro será inevitable. Todo habrá cambiado mucho, ella habrá recuperado la estabilidad emocional, pero todo para nada. El hombre aparecería dos años después para intentar arreglar las cosas con ella, pero le hará más del que ya le hizo aquella tarde junto al río. Aquella última visita inesperada la marcaría demasiado.
Como dice la canción: Yo nunca olvidaré como dijiste adiós (...) No volveré a ser quien fui.

---------Nota de la autora--------------
Hola, gente. Espero que no haya sido muy duro el comienzo de la semana.
Supongo que el capítulo os ha parecido corto (sí, lo lee más de una persona, las visitas lo demuestran) así que os voy a dar la explicación.
Llevo todo el fin de semana con un catarro que me va a matar y además tenía muchos deberes. No tenía tiempo ni fuerzas para escribir mucho así que decidí escribir este capítulo más corto, que de todas formas tenía que ponerlo.
A parte de eso, solo me queda decir que la canción del capítulo es "Enséñame a olvidar", la canta El Sueño de Morfeo.
Nada más que paséis una buena semana y que disfrutéis el miércoles, que no hay clase :P
Ay, lo último... es que siempre se me olvida, ya iba a publicar la entrada... Gracias a Irene Ganga por seguir siempre la historia y comentar. Ahora sí he acabado.

viernes, 7 de octubre de 2011

Capítulo 10

Empezamos al momento a intentar comprender la nota, pero gastamos un montón de papeles y seguía sonándonos todo a chino (Xin Yi nunca había llegado a aprender ese idioma). Nos dieron nueve de la noche, y aunque ni siquiera bajamos a cenar, seguíamos entendiendo lo mismo que al principio: NADA.
-Mira, Katia, esto no tiene ni pies ni cabeza. Será algún tipo de disculpa, vamos a dejarlo.
-¿Y no habrá nadie que pueda ayudarnos? A lo mejor nos están pidiendo ayuda de algún tipo...
-Sí, esos dos pidiendo ayuda. Les pega un montón -dice, sarcástica-. A saber si ahí no pone que van a venir a ensayar otra vez y que les tenemos que llevar comida.
-Es demasiado corta, no pueden haber puesto tantas cosas.
-Y por otro lado, no sé si recuerdas que no podemos contarle a nadie lo de la nota. No sé como se te ocurre pedir ayuda. Además, ¿a quién? Carmen y las otras se chivarían, además, si no lo entendemos nosotras ¿cómo lo van a hacer ellas?
-Tienes razón. -me resigno- Ellos se irán, nos quedaremos con la curiosidad y tras la jubilación tendremos que ir a buscarles. Los dos tendrán hijos y nietos, no nos recordaran y moriremos queriendo saber lo que pone en la puñetera nota.
-Joder, que dramática... Menos mal que no pasas tiempo con Sor Remedios, si no,imagínate que dúo. -Pone cara de susto.
Nos relajamos un rato y empezamos a imaginar situaciones entre Sor Remedios y yo, olvidando la nota, que ahora descansa en uno de los bolsillos de mi pantalón. Tengo que recordar sacarla antes de ponerme el pijama.
Seguimos charlando, aunque ahora estamos criticando al camarero de un “merendero” (en realidad es un bar, pero en el cartel pone merendero, no sé por qué)
cercano, que siempre está dando voces a todo el mundo, cuando entra en la habitación Gema.
Es otra de nuestras compañeras de habitación, la más decente después de nosotras. No es tan creída como Carmen y es más simpática, pero no da un palo al agua. Siempre está tirada por los jardines, menos cuando llueve, que se mete en el cuarto del jardinero. Le gusta mucho ese sitio y se lleva muy bien con el jardinero, a veces se les ve cuidando las plantas juntos.
-¿Qué hacéis, señoritas castigadas? -Nos mira risueña, pero no con cara de mofa. Más bien creo que nos entiende.
-Aquí, criticar a todo el que se nos pone por delante. Ten cuidado -sonríe maliciosamente Xin Yi. No se llevan mal, siempre están chinchándose.
Empieza a rebuscar en su neceser y mientras nos va contando algo de una amiga suya de trece años a la que las monjas quieren pasar un curso porque siempre va adelantada.
-¿Y quién es la chica esa? -pregunta Xin Yi, más interesada que de costumbre por la vida de Gema.
-La habréis visto en la biblioteca, las tres estáis siempre allí -Hace como que le da un escalofrío de pensar en esto-, pero es muy calladita y a veces se la pasa por alto.
-¿Tu crees que estará en la biblioteca ahora?- tanto interés me da miedo, ¿qué estará pasando por su mente retorcida?
-Seguro... ¿pero para qué la quieres?
-Nada, una duda que tengo en los deberes de verano. -entonces, me doy cuenta de que le va a contar lo de la nota. - Supongo que podemos confiar en ella, ¿no?
-Confiar en ella seguro, pero creo que no tienes una duda con los deberes. Si intentáis meterla en algo raro se va a negar, tenlo en cuenta.
-Sí, sí, lo que tu digas. ¿Cómo has dicho que se llama?
-Raquel.
Entonces Xin Yi salta desde su litera con agilidad de gato y me coge por un brazo. Me interroga con la mirada, preguntándome que si sé lo que vamos a hacer. Asiento, aunque me da miedo que la niña nos delate. En fin, siempre podremos decirle que la nota es parte de una apuesta que hemos hecho con alguien.
Bajamos corriendo al ala este del orfanato, allí es donde se encuentra la biblioteca. Nos va a costar encontrarla, la biblioteca del orfanato es gigante. Tiene un montón de estantería y de pasillos, así como más libros de los que probablemente podríais imaginar.
Buscamos por toda la biblioteca, cosa que nos llevó más de un cuarto de hora. Al final del último pasillo encontramos a la única persona que había en toda la biblioteca.
Es una chica alta, con el pelo oscuro corto. Está montada en unas escaleras intentando alcanzar un libro bastante grande, que por la sección en la que está tiene que ser una novela. Lo coge y baja agarrada a la escalera con una sola mano, con lo que nos tiene en tensión todo el rato, esperando que no se caiga. Cuando nos ve con cara de espanto empieza a reír.
-¿Habéis visto un fantasma? Hago esto todos los días, podría bajar sin agarrarme y no me caería.
-Niña arrogante... -murmura Xin Yi.
-Ya vemos que eres como un mono, pero nos has asustado. ¿Tú eres Raquel?
-La misma. ¿Y vosotras quiénes sois?
-Yo soy Katia, y ella es Xin Yi. Tu amiga Gema nos ha dicho que res inteligente, y hemos pensado que podrías ayudarnos a descifrar una carta.
-¿El remitente tiene mala letra?
-No... mira -le doy la nota.
Empieza a mirarla a toda velocidad, como quien lee algo muy interesante. Después de mirarla varias veces, sube la vista y pone cara de asco.
-¿De verdad no sabéis lo que pone aquí? Puf, con razón las monjas dicen que cuanto más viejas más... -para al recordar que estamos ahí.
Me alegra que por fin vayamos a saber lo que pone en la nota, pero como se ha ensañado la niña con nosotras tiene narices... Como dice la canción: que crueles son los niños cuando uno se equivoca.
Pero bueno, eso queda olvidado, a fin de cuentas, nos ha ayudado mucho. Pronto vamos a saber lo que ponía en la dichosa nota.

---------------Nota de la autora--------------
Buenas, gente. Supongo que llegados a este punto es una tontería decirlo, pero... en fin... esto... cómo decirlo... ¡este es el capítulo 10! Jeje, ¿creiais que iba a decir algo en condiciones? No es posible viniendo de mí xD
Pues nada, que la canción del capítulo es "Elige tu camino", de (que raro...) Haze. Os pido POR FAVOR que escuchéis la canción os guste o noel rap, porque cuenta una historia de algo que ocurre mucho y... bueno, mejor que la escuchéis vosotr@s mism@s.
Otra cosilla, esto ya es menos importante, pero quería decirlo. Me he apuntado a un concurso de escritura a nivel de Andalucía y me gustaría pediros que no me hagais competencia apuntandoos. Es broma.
En realidad lo que quiero pedir es que me apoyéis por que una tontería como esta podría llevarme a cumplir mi sueño  de ser escritora.
Nada más, que paséis un buen fin de semana :D

lunes, 3 de octubre de 2011

Capítulo 9

No sé lo que les habrá pasado a Christian y a Axel, pero a nosotras nos cayó la bronca del siglo. El caso es que Carmen se había despertado porque tenía sed y había visto nuestras camas vacías. Como es una cotilla había ido al baño a ver si estábamos allí, y al no encontrar a nadie había ido corriendo a llamar a Sor Mercedes. Cuando la monja se enteró mandó a todas las demás a buscar por el orfanato, y como no nos encontraron llamaron a la policía y a Doña Alejandra, que ya les había dicho que iba a estar en el circo esa noche.
Cuando nos encontraron y llegamos al orfanato nos llevaron a rastras al despacho de Mercedes, que nos echó un sermón de más de media hora. El resultado fue que estamos castigadas hasta final de las clases y hasta que no cumplamos la mayoría de edad no podremos volver a ver a los chicos (solo hasta los 18 año porque a partir de ahí no podían controlarnos, si no nos habrían castigado más). Las dos los cumplimos a finales del año que viene, el mismo día. Aunque haya dicho anteriormente que tengo diecisiete años, era una aproximación, tengo 16 años y 9 meses.
Y aquí nos tenéis a las dos, en nuestra habitación sin poder ir más lejos que al baño y hasta las narices de jugar al “veo veo”
-Veo veo... -empieza por enésima vez Xin Yi.
-¿Qué ves? -contesto yo, aburrida desde la litera de abajo.
-Una cosita..
-¿Y qué cosita es?
-Empieza por la letra A...
-¡Joder, Xin Yi, deja de decir armario!
-En realidad no iba a decir armario, iba a decir aburrimiento. Casi se puede cortar con un cuchillo.
-¿Qué crees que habrá pasado con los chicos?
-Katia, como vuelvas a preguntar eso otra vez me voy a quitar un zapato y te lo voy a tirar a la cara.
-¿Estás tumbada con los zapatos?
-Sí, no tengo ganas de quitármelos, ya mismo nos van a llamar para limpiar los baños.
-Contra, que pesimista, no creo que se pasen tanto...
En ese momento alguien llama a la puerta con fuerza. Me llevo un susto, pienso que lo que ha dicho Xin Yi de los baños se va a cumplir. Por otra parte, más divertido que jugar al “veo veo” en una habitación con tres literas y dos armarios sería seguro.
-¡Adelante! -dice Xin Yi con tono de asco. Ha aprendido a reconocer la forma de llamar a la puerta de algunas personas, parece que esta no le caía demasiado bien.
Tal y como lo había esperado entra Sor Mercedes. Xin Yi ahora la odia a muerte, si hubiera tenido un muñeco le habría hecho vudú.
-Vosotras, ahí abajo se está montando un buen follón, vuestro amiguetes no dejan entrar ni salir a nadie del recinto -las monjas nunca suelen decir la palabra “orfanato”, dicen que no somos huérfanas, que somos hijas de Dios. Tonterías- Dicen que no se van a ir hasta que no salgáis a hablar con ellos. Bajad y decidles que no queréis volver a verles. Ya.
-¡¿Axel?! -chilla Xin Yi. Creo que se me ha olvidado contarlo, pero la otra noche deducí que el era quien le gustaba.
-Disculpe, Sor Mercedes, pero estamos castigadas y no podemos verles. -me da un ataque de rabia que no consigo controlar, normalmente no les hablo así a las monjas.
-A mí no me hables así, Katia. Bajad ahora mismo y decidles eso.
-Monja bipolar... -oigo murmurar demasiado alto a Xin Yi
Parece que Sor Mercedes va a replicar, pero en ese momento entra Sor Alicia, una monja joven que entró aquí a principios de verano. Es muy graciosa, siempre está haciendo bromas con nosotras y le encanta estar al corriente de nuestras movidas.
-Disculpe, pero los chicos ya se han ido. Hola, chicas -nos guiña un ojo animadamente.
-Ah, está bien. Pero que sepáis que voy a tener en cuenta que hayáis desobedecido tan descaradamente OTRA vez. -se va, dejándonos solas con Alicia.
-¿Qué hay, chicas? ¿Se os está haciendo muy duro el castigo? -se sienta mi lado. Las dos asentimos con la cabeza.
-He hablado con los chicos, no creo que sean malas personas. Por lo visto al del pelo largo le dio un ataque de nervios, me ha dicho que os pida disculpas. Les he prometido que voy a intentar que os aligeren el castigo, entiendo perfectamente que os hayáis escapado. Todo el día aquí dentro del mismo espacio, tan vigiladas... Bueno, haré lo que pueda. -me revuelve el pelo cariñosamente. Después, suelta un papelito haciendo como si no se diera cuenta y se va.
Al ver la nota las dos nos ponemos muy nerviosas, nos hacía ilusión saber algo de ellos. Probablemente no quiso decir nada del papel porque alguien andaba por allí cerca. Esa mujer tiene muy buen oído.
Abrimos la nota, pero solo hay un conjunto de números y letras sin aparente sentido:
31 III 3ST4D 49U1 4 148 XI. 38P3R4DN08.
No entendimos nada, y ya cualquiera se fiaba de sus ideas descabelladas, pero intentaríamos descifrarlo. Como dice la canción: Puede ser que me haya equivocado una y otra vez, pero esta vez es cierto que todo va a ir bien.
Lo tenía claro.

---------Nota de la autora-------------
Hola, buenas, bonjour, hello, konichiwa. Supongo que habréis leido el capítulo antes que esta nota pesada de la que seguro pasáis la gran mayoría. Hacéis bien, casi siempre digo las mismas cosas.
La canción del capítulo es "Puede ser", de Conchita. Es del año catapúm, como la gran mayoría de las canciones de las que hablaré, pero está muy bien.
A parte de eso, os pido que votéis (no se si es con b o con v, es una de las palabras que más me cuestan, avisad si está mal) en la mini encuesta de abajo, en la que podéis opinar sobre el capítulo sin tener una cuenta en blogger. Nada más, que paséis una buena semana.