viernes, 23 de septiembre de 2011

Capítulo 6


-¡¿Qué haces levantada a estas horas?! Ay, Virgen Santísima... para una chica que creíamos que era responsable... ¡¿Estabas robando?! Ay, señor...
Estoy que me va a dar un ataque, creo que casi peor que Sor Remedios. En estos momentos no pienso en Christian, ni en Axel, ni en el agua que tendría que llevarles. Solo pienso en la excusa que voy a poner para estar levantada a estas horas.
-¡Dime ahora mismo qué hacías o te llevo al despacho de Sor Mercedes! -me grita la monja, que ha perdido totalmente los papeles.
Intento decir algo, pero estoy en blanco. No se me ocurre ninguna excusa de qué hago abajo y con dos vasos de agua a estas horas. Tampoco quiero mencionar a los chicos del circo.
-¡No te quedes callada... -no puede terminar. En ese momento, aparece Xin Yi por la puerta.
-¡¡Katia!! ¡¡Aquí estás!! -me coge de la mano, en la que ya no tengo nada, pues se me ha caído uno de los vasos. No entiendo nada- ¿Le ha hecho algo, Sor Remedios? Es que es sonámbula... -al fin, comprendo cual es el plan de Xin Yi y le sigo el rollo.
-Donuts, quiero más Donuts... -digo con voz de dormida.
-Tu no sabes el susto que me ha dado... -dice la monja más tranquila- Pensaba que estaba robando...
-Disculpe, Sor Remedios. Ya me la llevo. -tira de mi mano y yo la sigo hasta que perdemos de vista a la monja.
Xin Yi se pone en frente mía y me agarra con fuerza por los hombros. Me mira fijamente a los ojos, de una forma que me da mal rollo. De pronto, vuelve la cara a toda velocidad y me da la espalda.
-¡Vuelve a darme un susto de estos y te saco los ojos! -está muy alterada.- Me levanto a media noche, tranquilamente, para ir al baño y veo que no hay nadie en tu litera. Y justo entonces oigo a la loca esa (Xin Yi y Sor Remedios no se llevan muy bien) chillando a todo trapo. ¡Pensaba que te había pasado algo! -cuando vuelve a mirarme, veo que se le han saltado las lágrimas.
-Lo siento, Xin... no quería asustarte... -me acerco a ella y la abrazo. -No te vas a creer lo que me ha pasado.
-Mejor me lo cuentas mañana, que nos van a oír hablar y van a venir las monjas. Además, todavía me estoy meando. Acuéstate, que mañana hay que madrugar para ayudar a vaciar la piscina y empezar a limpiarla.
Asiento y me dirijo hacia nuestro cuarto. Creo que ha sido la noche más emocionante de mi vida. Poco después, estoy profundamente dormida, soñando que hago de trapecista en un circo.

-------------------------------AL DÍA SIGUIENTE-------------------------
Estoy profundamente dormida, pero entre sueños noto a alguien sacudiéndome con fuerza. Poco a poco, consigo despertar.
-¡Por fin! ¡Creí que te habías muerto! -dice Xin Yi.
Recuerdo que el día anterior me acosté tarde, y aún me noto cansada. Entonces, recuerdo toda la movida en las pilas de escombros y me despejo del todo.
-No te puedes creer lo que pasó anoche... -empiezo a contarle a Xin Yi, pero me interrumpe.
-No, no sé lo que pasó, ya me lo contarás. Ahora esto es más importante. Ha venido a verte quién sea, y Sor Mercedes está que echa chispas. No me quiere contar nada, solo me ha dicho que te despierte y te haga bajar en seguida.
-¿Quién va a venir a visitarme a mí? -pregunto mientras empiezo a ponerme la ropa, aunque sé que Xin Yi no tiene ni idea.
Cuando me visto y me lavo la cara, en lo que no tardo nada, salgo corriendo de la habitación, seguida por Xin Yi. No sé qué puede estar pasando, pero mi compañera dice que Sor Mercedes está enfadada, y eso no puede significar nada bueno.
Llegamos al despacho de la monja completamente agotadas, seguro que hemos hecho un tiempo récord. Respiro hondo para tranquilizarme, me arreglo el cuello del polo, que llevo torcido y llamo a la puerta.
-Adelante -se oye desde dentro.
Intento abrir la puerta, pero estoy tan nerviosa que no lo consigo. Al final, lo hace Xin Yi. Entramos las dos juntas al despacho, ella delante y yo detrás. Allí está la monja y las últimas personas que habría esperado que me visitasen precisamente a mi.
-Buenas -saluda Axel. Su hermano hace un gesto con la cabeza.
-Katia, estos chicos han venido a verte. Sabes que no me gustan este tipo de visitas, pero como normalmente eres formal lo dejaré pasar
-Ja ja -se ríe de pronto Christian-, no piense mal de ella, señora. Es que hemos oído por el pueblo que es buena con los animales y hemos venido a ofrecerle un trabajillo. -miente con descaro.-Ahora, si no es molestia, queremos hablar con ella en privado. -dicho esto, sale del despacho seguido de Axel.
La monja me mira con cara de no comprender nada, pero yo le digo que no pasa nada y me voy detrás de los chicos, que nos están esperando junto a la puerta
-¿Otra vez aquí? -pregunto yo, toda alarmada.
-¿Cómo que “otra vez”? -Xin Yi me mira extrañada.
-¿Tienes intención de contárselo? -me pregunta Axel, refiriéndose a lo de anoche.
-Sí, es mi mejor amiga y podemos confiar en ella...
-Oye, como alguien nos escuche hablando de esto, se nos cae el pelo. - nos corta Christian.- Vayámonos a un sitio más apartado.
Echamos a andar hacia la planta baja para salir al patio, supongo que iremos a las pilas de escombros. Xin Yi me mira con cara de pánico, a saber lo que se le está pasando por la mente.
Conseguimos atravesar el patio sin que nos vea mucha gente y llegamos a nuestro objetivo. Allí apoyados sobre un árbol descansan dos monopatines. Nos sentamos sobre unos ladrillos y acordamos que lo mejor es contarle primero a Xin Yi lo que sucedió la noche anterior. Cuando acabo parece más tranquila, a saber lo que había estado pasando por su mente.
-Entonces, te pilló una monja... -dice Axel- Menos mal que apareció tu amiga. Nos asustamos mucho cuando vimos que no volvías. Lo siento.
-¡Pero bueno, seréis...! ¡A quién se le ocurre mandarla a abrir y cerrar grifos, sabiendo que no la pueden pillar levantada a esas horas! Y anda que tú también, vas y les haces caso...
-Cálmate, Xin... -le digo, poniéndole una mano en el hombro.
-Pues nada, para compensarte hemos pensado que te podrías venir esta noche a ver la primera actuación. Invitamos nosotros. Ven tu también, Xin Yi. -intenta calmarla Axel.
-Podría ser divertido -opino yo. - ¿Pero a qué hora es?
-A las 10 y media -me contesta Christian.
-Entonces no podemos, nos cierran las puertas a las 9. Además ¿Qué clase de circo actúa tan tarde?- contesta Xin Yi.
-No pasa nada que os cierren, hay un agujero en esa parte de la valla- Christian señala al muro. Es verdad que hay un agujero por el que podríamos pasar perfectamente. -Seguro que no os pillan, para esa hora está todo el mundo acostado. Por lo menos anoche.
-Por probar... -opino yo.
-¡¿Tú estás loca?! -me grita Xin Yi- Conmigo no cuentes. Estás cambiando, Katia... -dicho esto, se va.

--------------------------XIN YI------------------------------
Katia intentó convencerme varias veces a lo largo del día de que fuese con ella, pero no quiero más líos. Por otra parte, no quiero dejarla sola con esos dos, no me fío de ellos. No sé qué hacer. Normalmente escuchar la radio me aclara el pensamiento, pero esta vez no me está sirviendo. Ahora, empieza a sonar “Soy así” de Efecto Mariposa.

Aparca todo el mal humor
Y pasa página otra vez.
Haz lo que dicta el corazón
Yo lo haré....
Y otra vez, la música vuelve a aclara mis pensamientos. Como dice la canción: “Haz lo que dicta el corazón, yo lo haré”. Sí, acompañaría a Katia en su locura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario