jueves, 1 de septiembre de 2011

CAPÍTULO 1


Capítulo 1
Ya hace 14 años de mi llegada a este orfanato... hay que ver como pasa el tiempo. Recuerdo cuando me llevaron en un coche de la Guardia Civil. Me pareció un sitio bonito, con todos esos chopos rodeando el gran edificio. Allí, a las afueras del pueblo, Fuente Vaqueros, hay muchas choperas. Le dan al pueblo un ambiente muy tranquilo.
Lo que no recuerdo mucho es cuando vivía con mi madre, porque murió cuando yo tenía 3 años. La verdad, “murió” es una forma muy suave de decirlo, en realidad se suicidó. Según me contaron las monjas del orfanato, mi madre había tenido una vida muy triste. Mi padre la dejó teniendo yo un año y no volvió a saber de él. Su pareja, un señor 5 años más joven que ella murió por una sobredosis con la drogas y ella no lo soportó más.
Cuando Sor Mercedes me contó esto, teniendo yo 9 años, lo pasé fatal. Aún recuerdo sus palabras, que aunque fueron dulces, me atravesaron como una navaja.
“Katia... ya eres mayor. Supongo que querrás saber lo que le ocurrió a tu madre, que en paz descanse”. Después de decir esto, se santiguó y me contó toda la historia. Al acabar, parecía tan dolida como yo. “Tranquila, ahora ella cuida de ti desde el cielo” Fue lo último que me dijo antes de dejarme sola en mi cuarto.
La verdad, no creí que mi madre me estuviese protegiendo, en realidad no creo en lo ángeles ni en nada de ese estilo, pero las monjas me habían acogido de todas formas, esperando convertirme.
Pasé la tarde llorando encerrada en mi cuarto, que compartía con 4 chicas más. No me llevaba bien con ellas, porque decían que yo era un bicho raro. En realidad, no era tan diferente a ellas, pero cuando a una persona le gusta leer y es más bien solitaria, no puede esperar que se la acepte del todo. “Que asco de sociedad” pensaba, y sigo pensando.
Nadie se acercó a la habitación en toda la tarde, pero a las 8, cuando ya empezaba a atardecer, Sor Elena llamó a la puerta. No tenía ganas de hablar con nadie, pero tuve que abrirle. Entró al lado de una chica de mi edad, oriental. Después, me enteraría de que era china.
-Mira, Katia. Tenéis una nueva compañera en la habitación -dijo la monja, sonriente-. ¿Había una litera vacía, no?
Después, salió de la habitación y cerró la puerta tras de sí dejándome sola con mi nueva compañera de habitación.
-Hola, soy Xin Yi -me saludó-. ¿Te pasa algo? Parece que has llorado...
Generalmente no confío fácilmente en la gente, pero ese día estaba muy triste. Le conté mi historia, mientras ella intentaba consolarme. Después, me contó que sus madre había sido asesinada por su padre unos días atrás. Supuse que lo tenía más superado que yo, pero acabó llorando también ella.
En ese momento, me di cuenta de que las dos estábamos solas por el mismo motivo: hombres problemáticos. Y me prometí a mí misma que nunca me enamoraría. Como dice la canción: “cuantos más chicos conozco, más quiero a mi perro”

5 comentarios:

  1. Hola, parece que es tu primer comentario. He leido un poco lo que has escrito, pq no tengo mucho tiempo, te queria decir q escribes muy bn. Me gusta mucho, te animo q sigas. :) Te sigo.

    Te espero en: http://los-reflejos.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  2. me alegro de que te esté gustando y espero que saques un rato para terminar de leerlo. Voy a echarle un vistazo a tu blog, ya te diré ^^

    ResponderEliminar
  3. olaa!!
    como ya te comente en el tuenti me encanta!!
    una pena k siempre sufran los hijos los problemas de los padres...
    estare pendiente desde aqui tambien al siguiente capitulo

    salu2 y sigue asi!! escribes muuy bn

    ResponderEliminar
  4. ah! por cierto... (si, ya se k soy una pesada) he visto tu perfil y te recomiendo el libro de La Bestia de Alex Flinn, esta muy bien =)

    ResponderEliminar
  5. tú tranquila, q no eres una pesada! (Por lo menos para mí) Todo lo contrario, me encanta hablar con los seguidores de mis páginas (en realidad me gusta hablar con todo el mundo :D)
    Gracias por la recomendación del libro, voy a mirar algunas reseñas en internet y si me llama la atención me lo compro.

    ResponderEliminar