lunes, 14 de noviembre de 2011

Capítulo 20

Alejandra estalla en risas, seguida por las demás chicas que hay en el comedor, Sor Remedios parece sufrir una crisis nerviosa y cae al suelo. Raquel se atraganta y cuando vuelve a respirar se pone a reír también. Al final, viendo que ya nos han pillado y no se va a poder remediar, cogemos al “intruso” (le llamó así para mantener la intriga) y salimos a toda velocidad al jardín. No paramos hasta llegar a las pilas de escombros. Una vez allí, le soltamos.
-Joder, no esperaba que hubiese tanta gente a estas horas. Que vergüenza.
-¿Entras en el comedor de un lugar en el que se supone que no pueden verte, llamando la atención de esta forma y lo único que te preocupa es la vergüenza? Tu eres tonto. -Y así se ponen a pelear Xin Yi y Christian.
Os debo una explicación sobre lo que está pasando, vale, lo sé. El caso es que, aunque no sé por qué, Christian acaba de entrar al comedor del orfanato con toda tranquilidad VESTIDO DE MUJER. ¿Suena surrealista, verdad? Pues es tal y como lo estoy contando. Lleva puesto el uniforme con falda del orfanato, unos pendientes de aro que probablemente le habrá quitado a Jessica y tiene los ojos pintados. Imaginadlo, da una mezcla entre pena y asco. Ahora le está explicando el por qué de todo esto a Xin Yi, aunque yo sospecho que está borracho.
-Que te crees tú que lo hago por gusto. Aquí se está cociendo algo gordo, Katia -me sobresalta que se dirija a mí con esa frialdad, aunque me da la risa al ver el contraste de su seriedad con la pinta que lleva-. Nada de risas. Os voy a contar algo importante, y no quiero que esas monjas locas nos interrumpan. Katia... ¿tu padre aún está vivo, verdad?
-Eso creo -la verdad es que no se nada de él.
-Pues está detrás de adoptarte.
Me da un vuelco el corazón. Preferiría pensar que todo esto no es más que una broma, pero ¿por qué me iba a hacer Christian una broma de tan mal gusto? Aunque sea un poco lento para tratar con la gente, no creo que sea así de cruel. Además, todo esto encaja perfectamente con la presencia del hombre que nos encontramos este mediodía en la puerta. Intento recuperarme del shock, decir algo, aunque lo único que consigo articular es la palabra “¿dónde?”
Puede que para cualquier persona esa palabra no tuviese mucho sentido en este contexto, pero Xin Yi me lo suficientemente bien como para comprender lo que quiero decir.
-¿De qué lo conoces? Y cuéntanos algo de él.
Aunque contesta, lo hace dando muchos rodeos. Nos cuenta que el es amigo de sus padres, que trabaja en el circo como domador de leones, que está casado con una mujer llamada Carolina...
Al final, Xin Yi se pone nerviosa por la poca importancia de esa información, lo que queremos saber es por qué se ha acordado ahora de mí, cómo es él, si tiene más familia a parte de Carolina, y le acaba cogiendo del cuello de la blusa y diciéndole que lo cuente todo por desagradable que sea.
No entiendo por qué se resiste, es mi padre y quiero enterarme de qué es lo que ocurre con él. Cuando me acerco yo también para separarle de Xin y pedirle información con más calma, aparece Raquel seguida de Sor Remedios, Sor Mercedes y Sor Elena.
Al momento Elena se lleva a Christian a rastras y las otras dos monjas nos agarran a nosotras. Parecen salidas de quicio, se ve que hemos armado una buena con la movida del comedor.
Creo que vamos a dejar la conversación a medias, cosa que no me agrada mucho cuando oigo a Christian llamarme a voz en grito:
-¡¡Katia, Katia!! ¡¡Jessica es tu hermana!!
En esta ocasión habría preferido seguir sin saber nada, odio mortalmente a Jessica. Esto es lo peor que me ha pasado en la vida, después de la pérdida de mi madre. Bueno, al menos piensos eso hasta que oigo a Sor Mercedes ordenar que me prohíban volver a relacionarme con Xin Yi, que me cambien de cuarto.
Lo que no saben es que esta última orden con la que pretendían que no diese tantos problemas va a ser el comienzo de mi revolución, porque no estoy dispuesta a perder a mi mejor amiga. En estos momentos la adopción es de las cosas que menos me importan. Siento que, como dice la canción, llegó nuestra hora. Esta es nuestra revolución. Pienso amargar la existencia de estas monjas cueste lo que cueste.

-------------Nota de vuestra autora favorita----
Perdón, perdón, perdón! Ya se que me he retrasado, pero es que el viernes no pude colgar el capítulo porque había reformas en Blogger y durante el fin de semana no he tenido internet. No somos morosos, nos lo cortaron junto con el teléfono porque algún loco rajó el cable.
Y ahora paso a explicar el por qué de que solo haya puesto un capítulo. El del viernes era una chorrada para manteneros con la intriga sobre este, que teóricamente iba a ser el 21. Como no pude ponerlo y vais a venir a pegarme si os cuento muchos rollos que no os interesan, he colgado directamente el del lunes.
Si os hace ilusión y me lo pedís, pondre también el otro, que es el de la muerte de los padres de Xin Yi.
Bueno, la canción es "Revolución" de Amaral
Nada más, hasta el viernes y gracias por leer el blog :3

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